El día que se produjeron los disturbios fascistas de París, el 6 de febrero de 1934, Picasso dibujó una mujer recostada desnuda; con assemblage en su interior. Continuó trabajando sobre ese motivo durante los días siguientes, incluyendo el día en que se celebró la contramanifestación de la izquierda. Dadas sus conexiones surrealistas, sin duda el artista era consciente de la importancia política de los acontecimientos que estaban teniendo lugar a la puerta de su casa. ¿Se puede considerar de manera plausible que estos dibujos son una expresión de conciencia política? A través de un examen minucioso, considerando otros ejemplos similares en la obra de Picasso donde el dibujo parece estar en desacuerdo con las acuciantes necesidades políticas, propondré una interpretación de los dibujos como una expresión política transfigurada.